RESILIENCIA, CICLISMO Y MATERNIDAD

Lourdes de la Orden, madre apasionada por el ciclismo de montaña (embajadora de Shimano).

Diariamente cargamos de sentido a todas las palabras que utilizamos. Quizás una de las palabras más fuertes y cargadas de distintas vivencias y sentimientos sea RESILIENCIA.

Cuando hablamos de resiliencia nos referimos a la capacidad humana de asumir con flexibilidad situaciones límite y sobreponerse a ellas, reestructurar todos nuestros recursos en función de las nuevas circunstancias y necesidades. Hablamos de adaptación, crecimiento y fortalecimiento, palabras que podemos identificar fácilmente con el rol de ser madre, título que lleva con orgullo y felicidad la última Campeona del Mundo Master en Descenso, Lourdes De La Orden.

Felipe llegó a su vida hace 13 años, momento en el que se encontraba en plena etapa de crecimiento deportivo. Aunque Lourdes planeaba el embarazo su hijo llegó para revolucionar su mundo entero. El cuerpo cambia, la mente cambia, lo cotidiano cambia y para ello era importante organizarse, por eso debió cortar con el entrenamiento para poder descansar y enfocarse en función a todo lo nuevo que se estaba dando en su vida.

Luego del nacimiento volvió a los senderos a los tres meses, ni bien obtuvo el alta médica. Desde el momento en que se enteró que iba a ser madre, hasta hoy, siente que su vida como deportista se vió totalmente potenciada tanto desde lo físico como lo mental, se siente mucho más incentivada y fuerte. En cada bajada complicada, cuando las piernas comienzan a cansarse y llegan las ganas de abandonar, piensa en su hijo, recuerda que hay alguien esperando por ella en casa y encuentra el impulso necesario para dar su mejor rendimiento.

Responsabilidad, perseverancia y fortaleza para nunca bajar los brazos, predicar desde el ejemplo e incentivar al otro a superarse, son algunas de las características que comparte Lourdes entre el ciclismo y la maternidad. Ser madre significa empujar los límites, romper barreras, ser resiliente y animarse a todo lo que se interponga en el camino.

¡Feliz día mamá! Gracias por incentivarnos, guiar nuestros pasos y acompañarnos siempre.